Las uñas del gato sphynx

Toda persona que tiene un menino algún día se ha enfrentado a las uñas de los gatos. Es un hecho: los gatos tienen garras afiladas y las usan a su antojo. Pero los queremos así, sin importar los muebles arruinados, cortinas en mal estado, y nuestras manos arañadas. Pero ¿qué se esconde atrás de estos inconvenientes?

Los gatos son cazadores por excelencia. Cuando se trata de arañar los muebles, los felinos suelen dejar su olor en los muebles o afilar sus garras. Al dejar impregnado su olor en la tela o madera, los gatos “avisan” a sus “rivales” de que el territorio está ocupado. Lo mismo sucede con las hembras: ellas dan a entender a los machos que se encuentran ahí. Por otro lado, se trata de afilar las garras cortadas previamente. Los gatos afilan sus garras por el simpe hecho de su deporte favorito: la caza de roedores o pájaros. También lo hacen para defenderse. Los mininos, por más lindos que se porten con nosotros, son animales territoriales, lo que significa que siempre pelearán por su casa, para que otros gatos no la invadan y desplacen a su dueño original.

Un dato curioso: Los felinos, por lo general, saben “esconder” sus garras en sus dedos y, amortiguan cualquier contacto con su suave pelaje. Pero existe por lo menos una raza de gatos que no saben hacerlo bien. ¿Saben qué raza es? Efectivamente, es la raza Sphynx o Esfinge. Esta raza de gatos carece totalmente de pelo y, por lo tanto, no “amortigua” sus saltos o contacto con superficie. Por más que intentan “esconder”, sus uñas suelen salirse a la hora de saltar o, inclusive, al caminar sobre telas, se suelen jalar algunos hilos. También se hacen daño a sus propios cuerpos. Esto es, a la hora de rascarse, al tener uñas largas, éstas se salen y lastiman la piel que en ocasiones puede sangrar.

De ahí la importancia de cortar las uñas. No siempre se trata de muebles o telas, en ocasiones como las que suelen tener los sphynx, se pueden dañar a sí mismos. En cuanto a los muebles o lugares que nos molesta especialmente que nuestros gatos los estropeen, existe dos alternativas: Enseñar a nuestros mininos a usar un rascador o usar químicos especialmente creados para ello (existen varias opciones en las tiendas para mascotas).

Pero también hay una tercera opción: de creación más o menos reciente y apenas está ganando su posición entre los productos básicos para nuestros amigos felinos. Esta última alternativa es el uso de protectores especiales para las uñas de los gatos. Si bien no son muy costosas, además fabrican con colores llamativos, y se ofrecen como un accesorio que da un toque chic a nuestros mininos.

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